Servicio mediante el cual se nivela el sobrepeso del rin y la llanta para evitar vibraciones en el volante.
Al compensar los sobrepesos se evita que el volante vibre durante el recorrido, que los sistemas de la unidad acoplados a las llantas no sufran un deterioro. Se recomienda hacer el balanceo cada 3,000 kilómetros o cada vez que se remueva la llanta para algún servicio: reparación, reposición, alineación y rotación.